¿Qué es la retinopatía diabética?
Las personas con diabetes pueden tener una enfermedad ocular llamada retinopatía diabética. Esta enfermedad se produce porque los niveles altos de azúcar en la sangre con el tiempo causan daño a los vasos sanguíneos de la retina. Estos vasos sanguíneos dañados no funcionan bien, se dilatan (formando microaneurismas) y dejan escapar líquido dentro de la retina o debajo (edema macular diabético) y ocasionan hemorragias y depósitos (exudados). También pueden cerrarse e impedir que la sangre fluya (isquemia de la retina). La isquemia o falta de irrigación en la retina provoca la secreción de factores angiogénicos, esto es, que generan nuevos vasos sanguíneos pero estos son anormales (los llamamos neovasos), sangran con facilidad provocando hemorragias en vítreo y ocasionan cicatrización e incluso pueden llegar a desprender la retina. Todos estos cambios dejados a su evolución pueden hacerle perder la visión.
Tratamiento:
Una vez que ya aparece el problema, su tratamiento será diferente dependiendo de la severidad. Estas son algunas de las opciones de tratamiento:
- Control médico de la diabetes
Controlar su azúcar en sangre puede ayudar a detener la pérdida de la visión. Seguir bien la dieta que le ha recomendado su nutricionista. Tomar los medicamentos que le recetó su médico. En algunos casos, un buen control del azúcar incluso puede devolverle algo de visión. Controlar la presión arterial, el colesterol y hacer un poco de ejercicio puede ser de gran ayuda.
Los anti-VEGF o antiangiogénicos (Eylea y Lucentis) ayudan a mejorar el daño de las paredes de los vasos y reducir el edema macular. Estos fármacos se deben administrar por el oftalmólogo según diferentes pautas, mediante inyección intravítrea.
Otra opción para disminuir el edema macular es el tratamiento con corticoides. Se suelen administrar en forma de inyecciones o implantes de mayor duración del efecto.
Su médico oftalmólogo le recomendará el plan de tratamiento adecuado a la severidad de su retinopatía.
La cirugía láser se utiliza en diabéticos para ayudar a sellar los vasos sanguíneos que sufren pérdidas de líquido, mejorar la oxigenación de la retina, hacer desaparecer los vasos anormales y frenar la pérdida de visión. En la mayoría de los casos, es necesario realizar más de un tratamiento y combinarlo con los anteriores.
En casos avanzados, si tiene hemorragia vítrea persistente, tracciones en de la retina o desprendimiento de retina, puede ser insuficiente con los tratamientos anteriores y puede necesitar tratamiento con cirugía de la retina o vitrectomía. Esta operación consiste en extraer el gel vítreo, limpiando la sangre y mejorando la oxigenación de la retina, retirando el tejido cicatricial, reparando el desprendimiento si lo hay y a veces completando el tratamiento con láser.